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Pero, un recorte irregular de la primera chicane en la vuelta 11 derivó en una penalización de los comisarios a Max Biaggi, obligándole a hacer un ride-through. Precisamente, el castigo era el único que se contemplaba por parte de la organización, como se les explicó a los pilotos en la reunión del jueves por la tarde. Max paseó a 60 km/h por el pit-lane y regresó a pista en duodécimo lugar, desde donde remontó a la octava plaza final.

"En este momento sólo siento una gran decepción, por mí y por todo el equipo", declaró. "Habíamos preparado todo para dar lo mejor y así lo hemos demostrado en pista", pero "tengo que aceptar la decisión y culparme por no haber sido lo suficientemente inteligente para evitar haber tocado esa línea". En cualquier caso, "debemos rehacernos y pensar en la siguiente carrera, la temporada es larga".

Esas fueron las declaraciones del romano en un fin de semana en el que Aprilia Alitalia Racing confirmó su potencial como actual equipo campeón, confiado al liderato y las palabras de Gigi Dall'Igna, director técnico y deportivo de Aprilia, que comentó lo siguiente: "Los comisarios están para tomar estas decisiones, es nuestro deber respetarlas y aceptarlas, pero debemos recalcar el hecho de que, desde un punto de vista estrictamente deportivo, Max no sacó ventaja de haber recortado esa curva. Por ello, nuestra decepción es todavía más amarga, pues el equipo hizo un trabajo enorme para obtener el mejor resultado posible de esta ronda. Seguiremos como hasta ahora, dando el máximo para mantener la lucha por el campeonato abierta hasta el final", concluyó.